Faltaban pocas horas para que el 2010 culminara. Lo deseaba tanto. Los días de intensa alegría fueron tan pocos y los de amargura tantos que no quería estar un minuto más viviendo ese año. Para más, acababa de llegar del velorio de la madre de un amigo.
Sentado junto a mi hermano y mi madre, cenábamos un pollo a la brasa cuando el tronar de los fuegos artificiales nos aviso de la media noche, brindamos en vasos de shot un vino de misa que encontramos por ahí y salieron a ver el resplandor en el cielo.
Eran ya unos minutos después de las 12. La gente celebraba y reventaba su alegría en lo oscuro del firmamento. Yo, me paré frente a un espejo y me desee a mi mismo lo mejor, luego, recostado en un muro de la azotea, me fumaba el sexto cigarrillo de la noche contemplando el cielo. Miraba algo nostálgico aquellas luces, aquella alegría de la gente. Yo no tenía nada que celebrar, mis hijas estaban lejos con otras personas y el último motivo alegre que tenía lo acababa de perder. En mi mente imaginé un muñeco y lo llene de malos recuerdos, de malos momentos, lo llene de tristeza y le prendí fuego. Me sentí solo. Me sentí vacío.
Me acosté en la cama y prendí el televisor. Veía una película subtitulada por causa del tronar de los cohetes. Cerca de la una lo apague. Intente dormir y no pude. Me daba vueltas en la cama de un lado a otro… pensaba mucho.
Pasaban muchas cosas por mi cabeza de aquel pasado año. De lo que había hecho y de lo que no, de lo que había logrado y sobre todo de lo que había perdido. De lo tonto que había sido, si, de lo tonto que había sido. El timbre del celular me despertaba de ese estupor. Saludos de los amigos por uno y otro lado. Seguí acostado hasta que no sé a qué hora, me dormí.
Hoy desperté temprano, muy temprano. Me sentía como si hubiese estado en una gran juerga. Me sentía trasnochado. Desperté y seguía pensando. Recostado por varias horas en la cama, intentaba ordenar mis ideas, me duche y me puse a escribir. A escribir esto, como aquellas mañanas que siento esas ganas incontenibles de escribir para desfogar un poco todo lo que cargo dentro y ver si así me siento más tranquilo.
Sentado junto a mi hermano y mi madre, cenábamos un pollo a la brasa cuando el tronar de los fuegos artificiales nos aviso de la media noche, brindamos en vasos de shot un vino de misa que encontramos por ahí y salieron a ver el resplandor en el cielo.
Eran ya unos minutos después de las 12. La gente celebraba y reventaba su alegría en lo oscuro del firmamento. Yo, me paré frente a un espejo y me desee a mi mismo lo mejor, luego, recostado en un muro de la azotea, me fumaba el sexto cigarrillo de la noche contemplando el cielo. Miraba algo nostálgico aquellas luces, aquella alegría de la gente. Yo no tenía nada que celebrar, mis hijas estaban lejos con otras personas y el último motivo alegre que tenía lo acababa de perder. En mi mente imaginé un muñeco y lo llene de malos recuerdos, de malos momentos, lo llene de tristeza y le prendí fuego. Me sentí solo. Me sentí vacío.
Me acosté en la cama y prendí el televisor. Veía una película subtitulada por causa del tronar de los cohetes. Cerca de la una lo apague. Intente dormir y no pude. Me daba vueltas en la cama de un lado a otro… pensaba mucho.
Pasaban muchas cosas por mi cabeza de aquel pasado año. De lo que había hecho y de lo que no, de lo que había logrado y sobre todo de lo que había perdido. De lo tonto que había sido, si, de lo tonto que había sido. El timbre del celular me despertaba de ese estupor. Saludos de los amigos por uno y otro lado. Seguí acostado hasta que no sé a qué hora, me dormí.
Hoy desperté temprano, muy temprano. Me sentía como si hubiese estado en una gran juerga. Me sentía trasnochado. Desperté y seguía pensando. Recostado por varias horas en la cama, intentaba ordenar mis ideas, me duche y me puse a escribir. A escribir esto, como aquellas mañanas que siento esas ganas incontenibles de escribir para desfogar un poco todo lo que cargo dentro y ver si así me siento más tranquilo.
Vamos Chino!palante nomas k este va ser tu año, escala tras tus metas y siempre listo pa volar carajo, k la ruta sale si o si! Como me enseñaste maestro!
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